lunes, 7 de octubre de 2013

La Vía Libre, en español

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Estamos de enhorabuena:  Roberto Poveda ha traducido en español el último libro publicado por la comunidad budista zen italiana "La Stella del Matino". El libro se titula La Via Libera y viene a llenar un hueco en la bibliografía budista en español fundamental para ese transplante del budismo entre nosotros que todavía está por hacer (o que se está haciendo poco a poco, en secreto, como se hace cualquier obra de amor). ¿Qué significa "ética" en el contexto del budismo zen? ¿Qué es la ética dentro de esta tradición?

Aquí podéis descargarlo en formato pdf.

Gracias, Roberto.

martes, 1 de octubre de 2013

Instrucciones para zazén de Koun Franz.


Nyohô Zen me parece un blog cuya lectura no puedo dejar de recomendar lo suficiente. Su autor, Koun Franz, lleva escribiéndolo desde hace bastante tiempo y en cada uno de sus posts muestra una sensibildad exquisita. Al parecer, este verano alguien le escribió un email preguntándole cuál era la forma más adecuada de sentarse en zazén. Dándose cuenta de que nunca había puesto por escrito unas instrucciones de este tipo y tras escuchar todas esas instrucciones dentro de su cabeza durante mucho tiempo, Koun decidió escribir un pequeño texto. Su argumento es el siguiente: 

Me satisface lamentar que estamos demasiado aferrados a Dôgen en esta tradición. No se trata aquí de criticarle a él o de criticar sus escritos - al menos, no del todo. Pero me parece que, ocho siglos después de su muerte, deberíamos tener en cuenta a más gente. Que más maestros deberían haber dado un paso al frente exponiendo su propia comprensión de la tradición. O que, quizás, las instituciones alrededor de esta práctica deberían haber dado voz a aquellos que intentaban, en vano, hacerse oír. En cualquier caso, ocho siglos más tarde, es todavía demasiado Dôgen.

Os traduzco las instrucciones de Koun, por si os resultan interesantes. El post original (en inglés) puede leerse aquí (+)


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"INSTRUCCIONES PARA ZAZÉN"
Koun Franz




Elige este lugar.

Siempre que puedas, siéntate con otros. Cuando no puedas, siéntate con otros. Deja que otros se sienten contigo. Cuando los buddhas se sientan en zazén (zazén es la actividad de los buddhas) los buddhas llevan el kâsâya - el kâsâya manifiesta la forma del buddha. Incluso cuando no se trate de un manto, llévalo puesto.

No te fuerces a sentarte - llega con las manos vacías. No hagas zazén - deja que el sentarse se revele a sí mismo. No uses zazén para esto o aquello - sentarse no es ni un medio ni un fin.

Coloca una manta o un cojín y pon un zafu encima. Siéntate marcando el centro del zafu con la base de la columna vertebral.

Para sentarte en loto completo, coloca el pie derecho sobre la ingle izquierda y después el pie izquierdo sobre la ingle derecha. Deja descansar tu mano izquierda sobre la mano derecha con la palma hacia arriba - la articulación central del dedo anular alineada con la articulación del dedo anular que está encima y las yemas de los pulgares tocándose como si intentasen no hacerlo, lo suficientemente cerca como para sentir la electricidad entre ellos. A esto se le llama "sentarse en práctica".

Invierte las piernas, invierte las manos. A esto se le llama "sentarse en verificación".

Siéntate en práctica hoy y dentro de dos días. Siéntate en verficación mañana y ayer.
Si no en loto completo, en medio loto. Si no en medio loto, coloca el pie de la pierna levantada en mitad de la pierna que estás más abajo. Arrodíllate. O siéntate en una silla. Recuerda que este es el cuerpo del buddha. No le hagas daño. Pero tampoco lo subestimes.

Coloca siempre las rodillas más abajo de las caderas, la pelvis inclinada hacia adelante, los riñones ligeramente curvados. Logra una postura que no esté en lucha con la gravedad.

Sé el árbol bajo el que se sientan los demás buddhas.

Pon las manos bajo el ombligo, déjalas moverse con la respiración. En loto completo, sitúa las manos sobre los talones. En cualquier otra postura, sostenlas con un pedazo de cojín o un trozo de retal. 

Una vez sentado, rota el torso sobre las caderas en círculos amplios. Posteriormente, en círculos cada vez más pequeños hasta que la columna vertebral sostenga a la tierra en su lugar. Baja un poco la barbilla y estira la parte posterior del cuello como levantando el cielo.

Respira profundamente siete veces. Cuando inspires, llena  el cuerpo con el aire que se enrosca en tus pies y en tus pulgares. Cuando espires, hazlo lentamente hasta que tu respiración haya tocado las esquinas más lejanas del mundo. Espira hasta que no quede nada más.

A la octava respiración, respira sin más.

¿Durante cuánto hay que sentarse? ¿Durante cuántas respiraciones? Los antiguos buddhas no midieron zazén en minutos ni en horas.

Deja que entren todos los sonidos - escucha la deriva de los continentes, un pájaro que gira en pleno vuelo. De cara a la pared, mira más allá del horizonte. Siente el latido de tu corazón, el movimiento de tus pulmones, la piel que se expande y se contrae, la corriente magnética que atraviesa tus pulgares. Respira la hediondez y el perfume del mundo. Deja descansar la lengua en la boca y saborea.

Mara aparece durante zazén pero no bajo la forma de visiones - las visiones, si surgen, pasarán como sombras. Mara tampoco aparecerá como deseos - si se mira a los deseos de frente, pierden su hechizo. Mara llegará como un peso sobre los párpados, arrastrandonos hacia la suave seduccion del sueño. Abre los ojos. Si se hacen pesados o el mundo se desenfoca, ábrelos más. Mantén fresca la habitación. Deja que la luz entre. Explora el mundo de la vigilia, no las ensoñaciones. 

Sé la fuerza de la gravedad que te aplasta contra el suelo, sé el peso de una llama. No te apartes de esta postura. Mantente inmóvil constantemente con cada célula del cuerpo, con cada gota de sangre, con cada centímetro de piel.

Zazén es no-hacer, es no-pensar. Zazén es un profundo sueño sin ensoñaciones en mitad del fuego. Es apretar una piedra contra el vientre en mitad del océano frío. Las raíces se hunden y bajan hasta las texturas rugosas de la tierra. Una nube se disuelve en mitad del cielo. 



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Sentarse en práctica: gōmaza (降魔坐)
Sentarse en verificación: kichijōza (吉祥坐)
La expresión "peso de una llama" proviene de un verso citado por Dai-en Bennage, abad del Zendo de Mount Equity: “Abandonándome a la expiración y dejándo que la respiración me llene naturalmente. Todo lo que queda es este zafu vacío bajo el vasto cielo, el peso de una llama". (Fuente original desconocida)